Creo en el Derecho de autor

sábado, agosto 13, 2011

La felicidad, un bien algo molesto de poseer

La suprema búsqueda de la felicidad, es la quimera de los libros de autoayuda. Se presupone, yo así lo creo, que el objeto de esta vida es tener la mayor cantidad de momentos felices posibles. Sin embargo ser feliz a veces es incómodo, molesto y si somos los suficientemente humanos, doloroso.

Ojo, no se trata de que seamos emos, depresivos, autodestructivos, masoquistas o cualquiera de estos respetados especímenes, se trata de que la felicidad está peor repartida que las riquezas, y a diferencia del dinero, a veces da pena ser feliz delante del desdichado.

¿A que viene esta reflexión?; soy padre de un niño gran prematuro, mi esposa, mi hijo mayor y yo hemos vivido momentos realmente duros, aun así, mi pequeño príncipe ha salido adelante y cada vez está mejor y más cercano a la normalidad. No obstante, durante el proceso hemos conocido a otros padres con casos parecidos al nuestro, bebes prematuros, con enfermedades poco comunes, y en situaciones cuando menos terribles.

En momentos como esos, sientes culpa de ser feliz. Sientes que no es justo que a ti algo te salga bien, cuando para los demás no es así. En cristiano, es como cuando estas comiendo en algún saludable sitio callejero y un niño en situación de calle se te acerca y te pide “pa’ un jugo”. Si los criaron bajo el mismo concepto judeo cristiano de culpa que a mí, le aseguro que la empanada de carne sabrá un poquito a mierda.

Lo dijo Silvio Rodríguez infinitamente mejor que yo; la felicidad comporta muertos ajenos. Sin querer ahondar en política, el concepto capitalista de la mercancía limitada que hace parte del mercado precisamente por lo diferenciadamente repartida.

Hablando de Silvio, mejor dejarles la canción que habla un poquito sobre el ser feliz aún a pesar del dolor de los otros, no doy para más:

domingo, agosto 01, 2010

Para seguir los cuentos de Diego. La retinopatía de la prematuridad

Me gusta continuar con las historias de Diego, primero para contarles que ya está empezando a sonreír!!!! y eso es posiblemente lo más hermoso que he visto en el mundo.
Diego, como todos los prematuros extremos, fue diagnosticado con una condición llamada Retinopatía de la Prematuridad [www.prematuros.cl/.../retinopatiaprematuridad.htm], esto implica que semanalmente al principio, y luego quincenalmente, debemos llevar al Dinosaurio Amarillo al oftalmólogo, para que observe como está el desarrollo del ojo. En el caso de Diego al principio su ojo iba algo lento, pues resulta que estaba anémico. En consecuencia, le hicieron una transfusión de sangre, otro día en el hospital luego del cual nos devolvieron un tomatico, en contraste con el apio que había llegado en nuestros brazos. A partir de allí la mejora de su ojo ha sido progresiva e indetenible, la Dra está satisfecha por la manera en que el ojo ha ido agarrando tamaño y que decir que nosotros también. Eso nos lleva a...

TODO ES CUESTIÓN DE TIEMPO

La cosa más frustrante de tener un bebe prematuro es que ningún médico hace nada, no porque no cumplan con su trabajo, que en el caso de los médicos de Diego lo hacen muy bien. Sino porque, en los bebes adelantados, las cosas las soluciona en un 75% de las veces el tiempo, y esa espera puede llegar a ser desesperante. Es cómo que te digan que sólo debes darle de comer y todo estará bien, ¿es qué acaso alguien cree que vas a dejar morir de hambre a tu hijo?. Con los ojos era tragicómico. La Dra lo veía y preguntaba si estaba comiendo, nosotros le decimos que si y ella dice "excelente, debe seguir comiendo". Y listo!!!! Créanme, puede resultar difícil aprender a esperar sin desesperar.

viernes, julio 16, 2010

Un nuevo tema, realmente nuevo.


Este blog nunca ha tenido pretensiones autobiográficas, sobre todo porque pienso que escribir sobre si mismo puede tornarse insoportable. Sin embargo, actualmente me encuentro viviendo una experiencia totalmente nueva para mi la cual ha implicado un redescubrimiento y reordenamiento de mi universo entero, soy padre de un bebe prematuro, o adelantado, como prefiero yo llamarle.

Cuando el 24 de febrero de 2010, mi esposa estuvo a punto de perder a nuestro bebe, sólo teníamos 24 semanas de embarazo, a partir de ese momento iniciamos una carrera de resistencia que tenía por objeto llevar el embarazo al menos a las semana 28, o que el bebe alcanzara los 1,5 Kgs. Durante ese tiempo, las cientos de historias de embarazos de alto riesgo que encontré en la red, nos dieron aliento y consuelo, nos ayudaron a entender, como era estadísticamente lógico, que no eramos únicos, y que había esperanza para nuestro bebe. Es por eso que deseo aprovechar este espacio para contarles la historia de Diego Alejandro Cubillán Ramírez, conocido en los bajos fondos (la cuna y la cama de sus papas) como el Dinosaurio Amarillo.

El nacimiento, el FO2, la infección

Diego Alejandro nació en el Centro Médico Paraíso en Maracaibo, el 22 de marzo de 2010, a las 27 semanas y 4 días de gestación. Es decir, aún tenía que estar como mínimo 10 semanas dentro de su mamá para ser un bebe a término. Pesó apenas 1 kg de peso. Apenas nació fue recluido en la Unidad de Cuidados intensivos, donde fue intubado, con respiración asistida y una sonda nasogástrica para alimentarlo. Los primeros 10 días de su vida era el aparato el que respiraba por él, esto era necesario porque sus pulmones aun no estaban listos, eran los días del FO2, una medida que indicaba cuanto respiraba el bebe y cuanto respiraba el aparato, todos los días existía la expectativa de que le iban a quitar los tubos para que respirara por sus propios medios, pero… estaba de por medio la infección. Explico, Diego nació con una condición llamada Enfermedad de Membrana Hialina, la cual implicaba una fuerte infección generalizada por todo su organismo. Sus leucocitos llegaron a estar en 33000. En la hora más oscura tuvieron que hacerle una punción lumbar, pero aun no les he dicho que Diego es realmente fuerte, ese mismo día dormía de lo más tranquilo, y empezó a combatir exitosamente la infección. Lo más difícil estaba superado.

El alta médica, las primeras noches en casa

En el día 29 de nacido, Diego salió de la UCI, para darle el alta en la clínica nos pusieron la condición de tener una incubadora en la casa para tener dentro a Diego, déjenme decirles que conseguir una incubadora es casi imposible, a menos de que usted la compre, lo cual evidentemente no podíamos hacer. Nuestro pediatra tomó el riesgo, confió en nosotros y nos dio a Diego, sin incubadora, debía comer cada tres horas, y mantenerse sobre los 36,5 C°, sino podía hacer una hipotermia y debía volver a la clínica. Fueron días duros, durante los cuales nos alternábamos para estar despiertos y vigilar que siguiera respirando. Hay más cosas que contar, pero por ahora continuará.

domingo, julio 04, 2010

Retomando el blog

De repente, twitter me ha llamado a la reflexión sobre lo divertido que es escribir, además de que es demasiado limitado reflexionar sobre cosas en 140 caracteres. Es una forma de autocondenarse a la necesidad de soltar sentencias firmes, cual latinazgos inapelables de sabio de plaza o barbería, como aquellas a las que iba mi abuelo. Me gusta más este formato, la libertad de escribir mis acostumbrados y periodísticos 2500 caracteres, o si se me antoja, escribir 40 palabras, que se quemen en aceite hirviendo como 39 de los ladrones a los que robó Alí Babá (El jefe de los ladrones no corrió con tan espantosa suerte). Así que por aquí me verán, escribiendo de nuevo, a ver si me saco el óxido de la punta del cerebro, o de los dedos quise decir.

domingo, enero 11, 2009

Videos grotescos

Hace un par de días tuve ocasión de enterarme de un video grabado por funcionarios policiales en el cual obligaban a un travesti a desnudarse y bailar mientras los funcionarios lo agredían verbalmente y podemos suponer que incluso físicamente. La solución de parte del alcalde fue destituir a los 14 funcionarios por poner en menoscabo la “moral de la institución”, como si los derechos humanos y ciudadanos dañados a esa persona no fueran el delito real sino el mal menor.
El círculo de la intolerancia es un hecho social de muy amplio radio de acción que de manera imperceptible nos rodea a todos, condenándonos a asumir posiciones extremas frente a asuntos que cada día más forman parte de la cotidianidad. La homosexualidad, un tema que va de lo bufonesco a lo criminal, es la última frontera de los derechos civiles. En Latinoamérica el homosexual ha sido visto siempre como una persona extravagante, incluso medio divertida. Basta recordar los personajes clichés de las novelas latinoamericanas donde un homosexual era la nota cómica en medio de un drama de proporciones casi épicas.
Ya en otras ocasiones he hablado sobre el círculo de la intolerancia, ese del que todos formamos parte. Somos parte del problema porque nos hacemos los ciegos ante una realidad incuestionable y es que muchos funcionarios militares y policiales abusan a diario de los travestis que se prostituyen en las calles, cual si les correspondiera un derecho a vasallaje. Pregúntele a cualquier prostituta y le dirá que esta obligada a pagar con favores sexuales gratuitos en la parte de atrás de una patrulla de esas que compran con nuestros impuestos.
Ahora con la tecnología se vuelve todo peor, porque quedan testimonios de nuestra brutalidad e ignorancia. Ningún grupo es más víctima del maltrato policial que los travestís que venden favores sexuales en las calles de Venezuela, los agravios incluyen violaciones y palizas, además de la cotidiana ración de insultos.
Pero estos videos tienen un doble efecto, gracias a ellos lo que antes era un secreto a voces ahora es una realidad que nos golpea de frente. De un tiempo para acá diversos grupos de presión homosexuales hacen fuerza en Venezuela, pero siento que sus acciones son estériles y hasta vacías. Como sector organizado se encuentran en la obligación de empujar a las autoridades a encarar estos problemas como lo que son, crímenes de odio.
En nuestro país hay odio solapado, odio hacia los diferentes, un odio que muchos llevamos dentro de forma inconsciente, sino lo asumimos no lo podremos combatir y hacer la revolución real, esa que no sólo modifica las formas sociales, sino también los fondos. Una revolución educativa.
Educar para la tolerancia es la única salida que queda para cortar este círculo. No existe un mayor problema que los conceptos de normalidad y anormalidad. Dichos conceptos han creado una sociedad que cataloga a las personas en los correctos y los incorrectos. Siendo los correctos seres etéreos y desconocidos es preferible vivir la vida según lo dictaminan los incorrectos, al fin y al cabo éstos se parecen más a todos nosotros, seres humanos falibles que sólo estamos seguros de no estar seguros de lo que somos.

lunes, octubre 06, 2008

La pertinencia de escribir

Escribir es un oficio inútil. Ese es al menos el pensamiento que me cruza la cabeza en ocasiones. Cuando escribimos remitimos un mensaje con la esperanza de que llegue a algún lado y sin embargo la inexistencia de lectores te crea la sensación de desesperanza que asesina las ganas de escribir.
Sin embargo, como quien ve venir un choque entre dos autos, es necesario escribir a ver si somos muchas las plumas y alguien nos hace caso. Es que viene un desastre, largamente avisado, largamente previsto y sin embargo no estamos listos aun para encararlo. Se están cayendo las bolsas del mundo, se están cerrando los bancos y parece ser un movimiento sin vuelta atrás.
Es cierto, al menos eso creen los analistas económicos, que el hecho de que nuestra mayor fuente de ingresos como país sea el petróleo nos hace menos vulnerables a los embates de la crisis. También parece ser, que la estrategia estadal económica nos provee de un salvavidas a este asunto. Pero yo no estoy tranquilo.
Es que en el mundo de la globalización y la teoría del caos (el aletear de una mariposa en Brasil puede originar un ciclón Texas), no hay manera de que un desastre económico mundial a nosotros no nos golpee salvajemente, no es justo que estemos viendo las barbas del vecino arder y nosotros tan campantes, ni las mojamos, ni las cortamos, sino que seguimos con ellas metidas en la candela.
En Venezuela estamos gastando millones de millones en una campaña electoral para gobernaciones y alcaldías, ajenos a un mundo que se está yendo al demonio. Es hora de tomarse las cosas en serio, pero eso a ningún candidato parece importarle. No nos puede alegrar la caída del capitalismo moderno, no por alguna siniestra simpatía hacia el clan Bush o al sistema neoliberal, sino porque lamentablemente y aunque las políticas estadales intenten lo contrario, Venezuela sigue siendo un país eminentemente capitalista, cosumista y dependiente del mercado internacional.
Leyendo nuestros medios asombra la ingenuidad con que afirmamos que ahora hacemos negocios con China y otros mercados, y que el derrumbe del capitalismo no nos afectará. El problema es que China es capitalista, al igual que Malasia y los demás tigres asiáticos. El problema es que el mundo ya es muy pequeño. Somos muchos codos en la mesa, y la sopa que se le derrama al vecino inevitablemente nos caerá encima, al menos claro que nos apresuremos a ponernos la sevilleta.
Claro, a esto hay un pero, la campaña electoral es el negocio más redondo que existe en Venezuela. Las gigantografías que inundan las autopistas, los miles de anuncio de radio, todo está negociado. Las encuestas con doble resultado, el conveniencial que se muestra en los diarios y el real que sólo se le da al angustiado equipo del candidato. Dinero, futuros favores, contrataciones, todo ya está vendido.
Una danza de millones, en la que todos bailamos sin percatarnos de que ya se están acabando los discos, que la luz se le fue al vecino y que nosotros estamos haciendo la fiesta con una planta de gasoil, sería prudente bajar el volumen y guardar electricidad para mantener la nevera encendida, que se me antoja mas prioritario que este ridículo pianito electoral.

sábado, julio 12, 2008

Vender un hijo

¿Sabe usted que en Venezuela se venden niños?, hay padres que los valoran en 5.000 BsF, centavos más o centavos menos. En un país donde los sistemas de adopción son, por decir lo menos, tristes y absurdos, la venta de niños aun recién nacidos es una industria floreciente y que atrae cada vez más gente, sobre todo aquellos que piensan resolver sus cuitas económicas gracias a uno de sus hijos.

La esterilidad, los medios de vida alternativo y otros, son las razones por las cuales gente que quiere ser padre se encuentra de repente con el dilema de que no lo puede hacer de la forma preconcebida (es decir buscarse una pareja y procrear), en consecuencia recurren a la adopción, una figura legal que debería representar el más hermoso altruismo, puesto que es la oportunidad de dar un hogar y amor a un niño que nación en una situación de dificultad.

Sin embargo, no es sencillo adoptar a un hijo. Si vivimos en una nación con un aborrecible aparato burocrático donde sacarse la licencia de conducir es difícil, imagine cuan imposible es adoptar un niño por medios legales. Por supuesto, la hija mayor de la burocracia mal manejada es la corrupción. En resumen, burocracia y corrupción hacen imposible adoptar un hijo por la vía legal.

No obstante, como el deseo de ser padre es antropológicamente irrefrenable, las personas buscan la forma de tener ese hijo que anhelan, desviando su mirada a los sectores pobres de sus ciudades de residencia donde se suponen nacen miles de niños producto de la mala planificación familiar y que en la mayoría de los casos no son deseados por sus madres, lo que no saben los incautos es que ya existe un negocio detrás de ellos, esperándolos como clientes. Comienza entonces un baile de cifras por el bebe, muchas veces incluso antes de que haya nacido. En Venezuela, muchos hijos son comprados desde el vientre.

Por ejemplo, una muchacha de 16 años queda embarazada y su madre decide que ella no mantendrá a ese muchacho así que lo ofrece a una pareja mayor no fértil, esta pareja ansiosa de ser padres, se hace cargo del cuidado médico de la adolescente, alimenta a su familia y mima a la futura madre. Una semana antes del parto, la madre de la adolescente anuncia que ha conseguido un mejor comprador para el bebe por una cantidad mayor a la establecida, por lo que ahora el muchacho es más caro, los desesperados padres adoptivos participan en la subasta ansiosos como están de tener a ese bebe que han soñado durante meses y que han visto crecer en el vientre de la madre. La abuela vendedora se frota las manos feliz del negocio que está por hacer y el bebe ajeno a todo se prepara para llegar a este mundo al revés, donde por comprar a dios las vidas por nacer vendemos al diablo el alma.