Creo en el Derecho de autor

martes, septiembre 01, 2015

La estafa continuada de los servicios públicos

CANTV me estafa. Cada día, cada mes, cada año, pago con puntualidad inglesa mi servicio. No he escatimado un centavo, no he dejado de cumplir ni una coma del contrato que me ata con CANTV y sin embargo me sigue estafando.
Si, entiendo que la estafa es un tipo penal, y como tal para poder alegar que soy víctima esto debe quedar demostrado en un tribunal. Pues fervientemente espero ser demandado por CANTV. Quisiera que me dijeran porque durante 4 años no he disfrutado de aquello por lo que pago, quizás yo sea un mentiroso, quizás. De ser así significaría que estoy equivocado y que la imposibilidad de colgar esto en mi blog sólo es producto de mi extrema impericia en el manejo del computador, ojalá.
Si hay algo que lo hace más triste es la involución que hemos sufrido en el tema de la velocidad de conexión. En el caso de mi hogar, pagamos la conexión de 4 MB, según mis estafadores amigos de CANTV esto debería ser ancho de banda suficiente para al menos 4 máquinas, lo cual a todas luces es falso porque si mi hijo está usando el PC y alguno de nosotros se conecta a la red WiFi del hogar, inmediatamente la conexión cae hasta ser casi inutilizable, eso en el excepcional caso que haya conexión continua.
La parrafada anterior sólo sirve para plantear una idea que me asalta de manera continua. Los venezolanos nos quejamos por todo, y cuando digo todo estoy siendo casi literal. Eso dispersa el reclamo y disminuye las probabilidades de éxito. Hay que organizar la lucha por una vida mejor, un servicio, un sector, un asalto a la vez.
Es una lucha política pero definitivamente no politiquera. No todos podemos pelear por todo. Si usted está peleando por los derechos de la comunidad LGBT y por el suministro de electricidad de su sector delegue una de sus luchas, pero no puede pelear ambas.
No puede pelear ambas, porque debemos entender que cada lucha requiere de nuestras máximas energías y disposición. Es una idea que los estadounidenses manejan muy bien, los grupos de presión. En Venezuela, siempre me ha llamado la atención el éxito que tuvieron las llamadas “mesas de agua” en la consolidación de logros en varias comunidades. Lo más llamativo es precisamente la especificidad del nombre, que invita a concentrar las actividades hacia la consecución y mantenimiento de una meta precisa, tal como postulan las nuevas corrientes de la planificación estratégica.
El Estado debe encaminar sus esfuerzos a consolidar la calidad de los servicios, y el de Internet es neurálgico. Existe un mundo de trabajo en línea, opciones educativas, iniciativas culturales, oportunidades de recreación, emprendimiento propio y pare usted de contar que sólo son posibles con Internet estable y de una velocidad medianamente decente.
Incluso, el proyecto Canaima Educativo, posiblemente el plan más valioso que se ha llevado en el territorio venezolano en muchos años, corre el riesgo de ser inútil si no se ve reforzado con el acceso a la red. Estos equipos están diseñados para que su mayor valor agregado sea la navegación.
Internet es la ventana de los niños a un mundo mejor, al conocimiento. Ellos no podrán viajar, no podrán comprar grandes libros, pero si tienen acceso a esa maravilla de nuestra era que es la Internet  tendrán a su alcance ser hombres tan sabios como Aureliano Babilonia, que aprendió el Sánscrito, el destino funesto de su familia, las calles de Barcelona y la historia del mundo sin salir nunca de Macondo.

sábado, agosto 29, 2015

Cuando algo te parece que está mal (Soy)

Tener una opinión es terrible, algo contraproducente que se debe evitar a toda costa. Yo de hace un tiempo decidí ya no tenerlas, maldiciones de la polarización que se diría
No siempre fui así, hubo un tiempo en que opinaba acerca de todo, incluso sobre aquellas cosas de las cuales no entendía un carajo, cosas de la soberbia juvenil, que ni tan juvenil será, porque aunque ya no soy tan joven sigo igual de soberbio. Ahora lo disimulo mejor.
Ahora bien, en medio de la situación que nos rodea he tomado la decisión de volver a opinar, espero que con mayor atino y prudencia, pero no quiero eximirme mas de decir las cosas que pienso. Dice Alí Primera;

Échala, tu palabra contra quien sea
De una vez
Asi sepas que rompa nubes, échala
Tu palabra por dentro quema
Y te da sed
Es mejor perder el habla
Que temer hablar

Tengo problemas, por ejemplo, con el maniqueísmo que rodea toda la discusión política entre los humanos, me niego a creer en malos y buenos, en ángeles y demonios. No existe mayor estímulo a la veta ignorante de la gente que tratar de convencerlos de la existencia de un enemigo terrible y unidimensional. Ningún fenómeno humano puede ser explicado desde un sólo argumento, mucho menos solucionado.
Tengo problemas con la obligación de tomar partido, de ponerse de un bando, de alinearse de un lado o del otro. Me rehúso. No tengo bandos, ya no. Mi partido es el mio, mi bando es el mio, mis ideas son mías. Con todo gusto las comparto con quien las quiera escuchar o leer, considero mi deber modificarlas si alguien me señala que estoy equivocado, pero tienen copyright.
Ya no quiero escribir en tercera persona, puede que sea metodológicamente correcto, pero de eso se trata, estoy aburrido de la tercera persona.
Si mañana amanezco considerando que esta mal deportar a la gente, que me parece ridícula la pena del destierro, que los delitos comunes (homicidio, estafa, robo) deben ser juzgado como tales y no politizados, pues lo diré.
Si hoy creo que los otros sólo ofrecen no ser, como si eso solucionara algo, como si en la vida bastara la negación para hacer creación, pues también lo diré.
Soy cabeza de ratón, ser cola de león nunca me ha gustado, la excretas del rey de la selva le pasan a uno muy cerca.