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martes, julio 11, 2006

Los dioses páganos del fútbol

La cabeza siempre en alto, el paso al trote ni demasiado rapido ni demasiado lento, simplemente majestuoso, tan bueno que en una final de la copa del mundo es capaz de tirar un penalti con la despreocupación más absoluta; un Dios del fútbol, pero definitivamente no un dios judeocristiano omnisciente, omnipotente, sabio hasta lo imposible, al contrario un dios págano lleno de iras, de rabias, de lujuria y de humanidad. Ese es Zinedine Zidane, el por ahora último gran Dios del fútbol. Este mundial nos dejará para siempre su figura, en la retina nos quedará el partido contra Brasil viendo al hijo de inmigrantes argelinos hacerle un sombrero a otro Dios Pagano como Ronaldo, nos quedará la cintura destrozada de Puyol y la agonía de Iker Casillas desde el suelo viendo entrar el punterazo terrible y colocado del francés, el penalti contra Portugal con muy poco impulso y con total precisión y la mejor jugada de la final, la mano milagrosa de Buffon que le quitó a Zidane el último pedazo de Olimpo.
Existe un altar, un reservado en el cual existen cinco grandes y al cual muchos otros han tocado la puerta sin llegar a entrar aun, de primero el Maestro Argentino Alfredo Di Stéfano, luego el Rey Pelé, Compartiendo los 70 Bekembauer y Johan Cruyff y por último Diego Armando Maradona. A principios de año cuando Zizou anunció que esta era su última temporada en el Madrid y que jugaría su último mundial empezó la discusión para saber si era necesario convertir el altar de los 5 grandes en uno hecho para 6 dioses paganos. Se dejó que el mundial fuera el juicio final, la prueba decisiva. Al final de la primera Ronda a Zidane le correspondia un lugar entre los Arcangeles pero se alejaba de ser un dios, más luego llegaron los cuatro partidos siguientes, los más importantes y en ellos Zidane obró tantas maravillas y milagros que no quedaba duda que el lugar estaba ganado.
Pero.... bien sea porque le dijo que su hermana era una puta o porque lo llamó terrorista, Marco Materazzi, camorrero de oficio, logró lo que no pudieron la marca y la presión de cuatro seleccionados diferentes, hizo que el dios se bajara de los altares y sellara con un cabezazo maldito una carrera que a ratos fue perfecta. Ahora, a los que nos apasiona el futbol no sabemos si poner a Zizou en un altar o destronarlo por pecar de ser exageradamente humano.
Ya no habrá más regates fabulosos que juzgar, ya no veremos de nuevo al maestro ejecutar la "Roulette", ya no pasará una pierna sobre el balón dando tiempo a su cerebro para encontrar el pase mortal, ya sólo nos quedará condenarlo o perdonarlo por ser tan tonto de volver a ser humano precisamente cuando más cerca estaba de ser un Dios.

4 comentarios:

bostezo dijo...

Que bueno! Mejor imposible! Gracias por la visita y no se pierda.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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