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miércoles, febrero 22, 2006

La tortura es la misma en todas partes

“Grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo” ; así define el Drae la palabra tortura. Posiblemente al lado de este concepto salga alguna de las imágenes de Abub Garhib, cacareadas, repetidas hasta la saciedad, un drama que ha revivido cada vez que una nueva televisora o un periódico hallan evidencias de la ignominia de la guerra y de la crueldad extrema de los vencedores sobre los vencidos. Son imágenes de la tortura.La tortura es quizás la más deplorable de las perversiones de la justicia. Se trata de infligir dolor con el objetivo de doblegar la voluntad de un individuo, es decir, la tortura es un proceso mediante el cual se deshumaniza al otro.
La gente quizás más por un anhelo que por falta de objetividad, suele asociar las peores cosas de la conducta humana con algo lejano, que se lee en la última página del diario o en los noticieros.
Es así como pensamos en la tortura como un horror de la guerra lejana, o como una historia alocada de los más viejos que todavía recuerdan el cepo y los calabozos de las dictaduras venezolanas.
Es así como debiera ser al fin y al cabo, un pedazo de historia. Pero no, la tortura sigue siendo un procedimiento utilizado de manera continua y metódica por los más disímiles cuerpos de seguridad. Desde los ejércitos en las guerras, hasta ciertos internados y escuelas militares que aún creen en la vara como forma de administrar disciplina. La tortura sigue siendo una realidad de Venezuela.
Sin que nunca haya desaparecido, sin que haya sido ocultada con el mayor de los silencios, en Venezuela se han llevado y aún se llevan a cabo cientos de procedimientos que bien encajan con el concepto de tortura arriba expuesto.
Desde los peinillazos terribles que reciben los estudiantes en las manifestaciones (conozco historias de liceístas que son apresados en medio de una protesta y luego son introducidos al camión donde les pegan hasta que hayan aprendido la lección), pasando por las privaciones que reciben los presos en las celdas de castigo de todas las cárceles del país, donde son encerrados en pequeñísimos espacios y en condiciones inhumanas.
Sin embargo, el más terrible de los ejemplos de tortura en nuestra patria se da en las cárceles militares de nuestro país. Aquellas historias de “echarte encima el agua fría y un chin de electricidad” siguen ocurriendo en las celdas de los fuertes militares de todo el país. Cada falta, cada investigación y cada castigo llevado a cabo está envuelto en el más estricto secreto, lo que da pie a que cualquier atropello, cualquier trato inhumano quede vedado en las sombras.
El problema no tiene su origen en procedimientos ordenados por el gobierno o algo por el estilo. De hecho estas torturas militares se han llevado a cabo en nuestra nación desde muchísimo antes del actual gobierno. Por ejemplo, dos de los casos más terribles que conozco de tortura en una cárcel militar ocurrieron en los gobiernos de CAP II y Caldera II, fueron actos infames que acabaron con la muerte de varios soldados de Venezuela.
No, no es cuestión de orientaciones ideológicas gubernamentales. La tortura sigue existiendo aquí, al igual que existe en Guantánamo, al igual que existe en las cárceles secretas de la China roja o en el Tíbet. Que tantos países de tan distintas orientaciones y creencias sólo quiere decir una cosa: que la tortura no es un problema de Estados sino de conducta humana y es eso lo que hay que modificar.


4 / El Mundo / Sábado / Caracas , 18 de Febrero de 2006
José L. Cubillán R.

3 comentarios:

Lycette Scott dijo...

Muy interesante este post, la verdad es que todo tipo de tortura termina en lo mismo...nada para aceptar. Ahh por cierto el libro, buenísimo, lamentablemente no he tenido tiempo de revisarlo con calma, pero presiento que me será de utilidad.

nelsoncisneros dijo...

La tortura es una denigrante actuación de distorsionada de la conducta humana, verdaderamente yo me pregunto, los torturadores que practican esos atroces actos , les gustaría que les hiciesen lo mismo?.

Muy bueno tu post y en general el blog.

Te seguiré leyendo.

Un abrazo cordial

Nelson

• Eroserena • dijo...

La tortura, de la manera q sea manifestada, es un daño irreparable tanto fisico y sicologico a la victima, es un acto inhumano y degradante..
Estoy totalmente en contra de ella; Buen post y buen blog, un saludo y un abrazo para usted caballero...